28 junio 2006


Ya sé que vosotr@s os movéis a otras alturas metafísicas, pero por si hay algun/a fan por ahí: EL 6 DE SEPTIEMBRE CONCIERTO DE SABINA EN LAS VENTAS, ¡¡¡¡Y QUEDAN ENTRADAS TODAVÍA!!!! En fin...si os animáis, estamos cogiendo las entradas en ruedo, para estar tod@s junt@s (¡qué viva el calor humano!) y a través de la página de entradas de El Corte Inglés.
Y ahora una canción. Yo me pregunto: ¿y la gente a la que no le gusta Sabina qué hace cuando se enamora? O mejor: ¿y cuando les dejan qué escuchan?. El amor sin Sabina, perdonadme, NO ES.
A LA ORILLA DE LA CHIMENEA
Puedo ponerme cursi y decir
que tus labios me saben igual que los labios
que beso en mis sueños.
Puedo ponerme triste y decir
que me basta con ser tu enemigo, tu todo,
tu esclavo, tu fiebre, tu dueño.
Y si quieres también
puedo ser tu estación y tu tren,
tu mal y tu bien,
tu pan y tu vino,
tu pecado, tu Dios, tu asesino...
O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.
Puedo ponerme humilde y decir
que no soy el mejor
que me falta valor para atarte a mi cama.
Puedo ponerme digno y decir
"Toma mi dirección, cuando te hartes de amores
baratos de un rato... me llamas."
Y si quieres también
puedo ser tu trapecio y tu red,
tu adios y tu "ven",
tu manta y tu frío,
tu resaca, tu lunes, tu hastío...
O tal vez ese viento
que te arranca del aburrimiento
y te deja, abrazada a una duda
en mitad de la calle y desnuda.
Y si quieres también
puedo ser tu abogado y tu juez,
tu miedo y tu fe,
tu noche y tu día,
tu rencor, tu por qué, tu agonía...
O tal vez esa sombra
que se tumba a tu lado en la alfombra
a la orilla de la chimenea
a esperar que suba la marea.
Joaquín Sabina